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Argelia cerró el pasado domingo la mayor fuente de suministro energético de España, el Gasoducto Magreb-Europa (GME). El ministro de Energía argelino anunció que el gasoducto que pasa por Marruecos y lleva gas a España no renovaría su concesión.
La causa de ello viene de las tensiones que arrastran Argelia y Marruecos, dos países históricamente enfrentados, y que ha desembocado en la rotura completa de sus relaciones. Donde Argelia tomó la drástica decisión de no renovar el contrato para castigar así a su vecino marroquí, pero esto generara consecuencias para España y Portugal.
España mantiene seis interconexiones internacionales para garantizar el suministro de gas natural a través de gasoductos. De las cuales Argelia es el tradicional suministrador, que llega a través de dos vías: el gasoducto Magreb-Europa (GME), que pasa por Marruecos, y el gasoducto Medgaz, que llega directamente desde Argelia.
El gas proveniente de Argelia cubrió en 2018 un 51% de las necesidades gasísticas de España; la cifra se redujo al 33% en 2019 y al 29% en 2020. Pero en lo que va de 2021 la importación de gas procedente de Argelia remontó hasta el 47%, según la compañía española Enagás.
A pesar de que tanto Argelia como España han asegurado que no se producirá un desabastecimiento, es natural que al perder uno de los gasoductos la cantidad de gas natural que entra en España se reduzca, tendiendo que suplir esa demanda por otras vías de importación más caras.
Como por ejemplo los barcos metaneros, esto es debido a que a diferencia del gas que viene por tubo que fluye directamente, el gas que viene por barco hay que licuarlo, transportarlo y regasificarlo por lo tanto se encarece.
Esta noticia llega en un momento delicado teniendo en cuenta como están los bolsillos de los españoles a causa de la subida de la factura de la luz en los últimos meses. Lo que hace preocupar que pueda subir el precio del gas también debido a este incidente.