NOTÍCIES BAIX LLOBREGAT | CORONAVIRUS | SALUD VISUAL
El doctor Víctor Charoenrook, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer, especialista en córnea y superficie ocular, alerta de las consecuencias negativas del confinamiento por coronavirus en nuestra salud visual.
Se disparan los índices de maltrato infantil durante el confinamiento
El món de la Cultura reclama mesures urgents per superar la crisi del coronavirus
Coronavirus: Medidas económicas insuficientes para los autónomos

Las horas de confinamiento pegados a las pantallas por la pandemia del coronavirus Covid-19 pueden tener un impacto en nuestra vista que no puede pasar inadvertido. Pasamos largos ratos delante del ordenador teletrabajando, jugando con el móvil o haciendo videollamadas, comprando online, chateando, navegando por las redes sociales... Los oftalmólogos del Centro de Oftalmología Barraquer advierten que el uso de pantallas nos hace fijar la mirada y parpadear menos, por lo tanto, no lubricamos los ojos de manera normal. La evaporación de la capa de lágrima que protege el ojo puede tener consecuencias como el síndrome visual del ordenador: el ojo seco producido por el uso de aparatos electrónicos de lectura.
El uso de aparatos electrónicos de lectura como el ordenador o el móvil recortan la frecuencia del parpadeo a una o dos veces por minuto, cuando lo normal es entre 12 y 14 veces para que el párpado distribuya y humedezca la superficie del ojo. Esto significa que cuando una persona lee o escribe a través de estos dispositivos, sus ojos se mantienen abiertos de forma continuada durante al menos 30 segundos, tiempo suficiente para que la lágrima se haya evaporado y la superficie de los ojos se haya secado.
“El cierre incompleto de los párpados y el parpadeo infrecuente, es una de las causas de lo que se conoce como ojo seco”, cuenta Charoenrook.
Además, el “hecho de que estemos encerrados en casa, muchas veces en un ambiente seco y con poca humedad”, añade riesgos a la situación. Estos factores multiplicados por las horas del día que estamos delante de las pantallas pueden derivar en el denominado síndrome visual del ordenador. Si esa persona además padece de la enfermedad de ojo seco, es decir segrega poca lágrima o su lágrima tiene mala calidad y se evapora más rápido de lo normal, los síntomas se agravan y los daños de la superficie ocular aumentan.
4 medidas para paliar los estragos de estas dolencias visuales:
Por cada hora de exposición a pantallas hay que descansar 5 minutos. Esta pausa significa cambiar de postura o levantarse del asiento, estirarse y dirigir la mirada hacia un objeto o un paisaje lejano con el fin de relajar los músculos que se tensan para mirar de cerca.
Los expertos recomiendan así mismo parpadear frecuentemente durante la fijación en las pantallas. El parpadeo ayuda a distribuir la lágrima por toda la superficie del ojo
Utilizar lágrimas artificiales para lubricar los ojos. Esta es una ayuda eficaz especialmente en personas que sufren la enfermedad de ojo seco.
Es aconsejable que el ambiente donde se utilicen los dispositivos no sea excesivamente seco, que haya una luz ambiental suficiente para que no haya demasiado contraste comparado con el brillo de la pantalla y que no haya reflejos en la pantalla